Te recibimos en el aeropuerto de El Dorado de Bogotá y te llevamos al hotel donde podrás descansar, mientras vas aclimatandote a la altura. Nuestro mecánico estará disponible para ayudarte a ensamblar tu bicicleta y dejarla lista para los días de ruta que se vienen. Luego de esto, nos reuniremos para una charla introductoria donde conocerás al equipo y todos los detalles del tour. Cerramos el día con una cena especial de bienvenida: buena comida, risas y la emoción de lo que está por venir en los próximos días.

60 kilómetros
850m desnivel acumulado

Empezamos el día con una rodada tranquila por las afueras de Bogotá, diseñada para seguir adaptándonos a la altitud mientras disfrutamos del paisaje típico de la sabana andina. La ruta es perfecta para activar el cuerpo y apreciar el entorno natural que rodea la capital colombiana.

Después de un almuerzo reparador, nos dirigiremos al corazón de Bogotá para ascender a Monserrate, uno de los íconos más emblemáticos de la ciudad, desde donde disfrutarás una vista panorámica impresionante. Al descender, recorreremos a pie las calles coloniales del centro histórico, un lugar lleno de color, arte urbano, arquitectura patrimonial y rincones que cuentan la historia viva del país.

Será una jornada inolvidable para conectar con la altura, el ritmo local y la esencia cultural de Bogotá, combinando naturaleza, historia y tradición en un solo día.

125 kilómetros
1.200m desnivel acumulado

Dejamos atrás la altura de Bogotá y comenzamos un emocionante descenso hacia tierras más cálidas. Tras un traslado en vehículo hasta las afueras de la ciudad, iniciamos una jornada inolvidable en bicicleta que nos lleva hasta Honda, un encantador pueblo colonial a orillas del río Magdalena.

La ruta es tan variada como fascinante: durante gran parte del recorrido pedaleamos por el valle del río Magdalena, rodeados de montañas, vegetación tropical y pueblos rurales que muestran otra cara de Colombia. La transición del clima frío al calor húmedo hace de esta etapa una experiencia única tanto física como sensorialmente.

Por la tarde, exploraremos a pie las calles empedradas de Honda, cruzaremos sus históricos puentes y haremos un tour gastronómico local, probando las deliciosas y diversas frutas que la región tiene por ofrecer.

Para cerrar el día, compartiremos una cena reconfortante y realizaremos una charla técnica con todos los detalles del gran reto que nos espera al día siguiente: el ascenso al mítico Alto de Letras.

110 kilómetros
1.600m desnivel acumulado

Hoy rodaremos por caminos rodeados de montañas y fincas cafeteras, un escenario que combina naturaleza, tradición y cultura. Nuestro destino será uno de los pueblos más pintorescos de Colombia, donde las casas de colores vivos y la calidez de su gente harán que cada pedalazo valga la pena. Después de la ruta, disfrutaremos un almuerzo típico en un restaurante local, con sabores que representan lo mejor de la región.

Por la tarde, visitaremos una auténtica finca cafetera para vivir de primera mano la magia del café colombiano. Allí aprenderemos sobre su proceso de producción, desde la siembra hasta la cosecha, y terminaremos la experiencia probando una taza de café recién preparado, considerado por muchos como el mejor del mundo. Una jornada épica llena de tradición en el corazón cafetero de Colombia.

72 kilómetros
1.830m desnivel acumulado

La ruta de hoy nos llevará nuevamente entre fincas cafeteras y paisajes que parecen sacados de un sueño. Tras cruzar un pintoresco pueblo lleno de vida y color, llegaremos al imponente Valle del Cocora, uno de los lugares más emblemáticos de Colombia. Allí, las palmas de cera —árbol nacional y orgullo colombiano— se alzan hacia el cielo en un escenario perfecto para una postal inolvidable.

Pero la experiencia no termina con la bicicleta. Después de la rodada, dejaremos las bicis a un lado para realizar una caminata corta y fácil entre las majestuosas palmas, que permitirá verlas de cerca, sentir su grandeza y llevarse fotos espectaculares desde un mirador privilegiado. Un cierre mágico para un día que combina ciclismo, naturaleza y uno de los paisajes más icónicos del país.

Tras una semana de pedalear por carreteras épicas, conquistar montañas, dejarse maravillar por los paisajes más auténticos de Colombia y descubrir parte de la auténtica cultura colombiana, llega el momento de la despedida. Después del desayuno te llevamos al aeropuerto, pero no es un simple traslado: es el cierre de una experiencia que quedará marcada en tus recuerdos y en tus piernas. No te llevas solo kilómetros recorridos, sino la esencia de un país vibrante, la calidez de su gente y la satisfacción de haber vivido una aventura única sobre dos ruedas. Colombia siempre tendrá nuevas rutas y desafíos para ti, y nosotros estaremos listos para rodar juntos una vez más.